lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Desde este blog quería desearos una feliz noche y una feliz navidad. Cuidado con los atracones, es mejor que compartáis como hacen los amigos de la foto.


lunes, 16 de diciembre de 2013

Un águila moteada se deja ver por Cataluña.

En los últimos días se ha podido observar un ejemplar de águila moteada (Aquila clanga) en el entorno del Delta del Llobregat. Se trata de un ave que llega en contadas ocasiones a la península ibérica puesto que sus zonas de invernada más cercanas quedan en Francia. Eventualmente algún individuo elige España como lugar de invernada, es, por tanto, una buena oportunidad para poder disfrutar de un ave rapaz muy poco habitual en nuestro país.


lunes, 9 de diciembre de 2013

Los cárabos prefieren morir antes de ceder su territorio.

Hace unos días se publicaban los resultados de este estudio llevado a cabo en Doñana, está es la noticia donde se explican las interesantes conclusiones:

A pesar de que los búhos reales cazan cárabos y ambas rapaces nocturnas compiten por el alimento, estas aves suelen convivir. Un estudio, en el que participa la Estación Biológica de Doñana, ha revelado uno de los mecanismos desarrollados por los cárabos para disminuir el riesgo de que los búhos reales los detecten: mitigar su canto cuando escuchan el de su depredador.
En la investigación, realizada en el Parque Nacional de Doñana y cuyos resultados se han publicado recientemente en el Journal of Avian Biology, han colaborado también expertos de la Universidad de Évora (Portugal) y la Agencia de Patrimonio Natural de Escocia (Reino Unido).
Es el primer trabajo en confirmar que los cárabos comunes interpretan el canto de los búhos reales para evaluar el riesgo que corren.
El trabajo es el primero en confirmar la hipótesis de que los cárabos comunes (Strix aluco) son capaces de interpretar los sonidos que emiten los búhos reales (Bubo bubo) para determinar su localización y así evaluar el riesgo que corren.
 “Los cárabos responden reduciendo sus cantos para no ser detectados con tanta facilidad y así disminuir la probabilidad de ser cazados”, explica a SINC Rui Lourenço, uno de los autores del estudio e investigador de la Estación Biológica de Doñana.
Por otro lado, esta reacción no se da cuando el número de cárabos machos es muy alto, ya que su comportamiento territorial ­–utilizan los sonidos para identificar a los intrusos­– es tan importante para la especie que lo antepone a cualquier amenaza de depredación, a pesar de los previsibles costes letales.
El riesgo de que un depredador se encuentre cerca lleva al cárabo a elegir un hábitat u otro, esto influye en el tamaño de su población y en el éxito de sus cacerías. Es por esto que en un primer momento tienden a evitar los lugares ocupados por los búhos reales.
Sin embargo, a veces ambas especies deben cohabitar, ya que los territorios elegidos por el depredador son ricos en pequeños mamíferos y aves, que también constituyen la fuente de alimento principal de su presa.
Esta relación que comparten las dos rapaces es lo que en ecología se denomina depredación intragremio; “la  que se produce entre especies competidoras”, aclara Lourenço.
Los investigadores establecieron un área de estudio en la que fijaron 29 localizaciones donde se había confirmado la presencia de las aves.
Entre marzo y abril de 2008, y septiembre de ese año y marzo de 2009, se completaron 166 sesiones de escucha visitando cada uno de los 29 sitios entre cuatro y siete veces. Durante este tiempo, se registraron los cantos producidos entre media hora antes de la puesta de sol y 90 minutos después.
Su comportamiento territorial es tan importante para la especie que lo antepone a cualquier amenaza de depredación, a pesar de los previsibles costes.
“Es importante el contexto nocturno de estas interacciones, ya que estas rapaces utilizan mucho el sonido para detectar sus presas y en este caso verificamos que también lo usan para detectar los depredadores y evaluar el riesgo”, señala el investigador.
Los resultados se explican debido a que los búhos reales emiten más sonidos durante la primera media hora en ausencia de luz y los cárabos lo hacen más tarde, por lo que tienen tiempo de detectar a sus depredadores, evaluar su posición y modular posteriormente su canto.
Se encontró que la respuesta se producía inmediatamente después de escuchar a los búhos y, sin embargo, desaparecía con el tiempo.
Aunque ya existen algunos trabajos sobre este tipo de comportamiento en pequeños pájaros diurnos, se han tratado pocos estudios de este fenómeno en rapaces nocturnas.
“Hasta el 2000 los investigadores no eran tan conscientes de que también los depredadores como las aves rapaces y los mamíferos carnívoros están afectados por el riesgo de depredación”, concluye Lourenço.
Tomado de: http://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-carabos-prefieren-morir-antes-de-ceder-su-territorio


miércoles, 4 de diciembre de 2013

¿Un buen futuro para el águila perdicera?

Pues según un modelo que han desarrollado investigadores de la Fundación Migres y la Universidad de Málaga, parece que todo índica a que así será y que esta mejoría vendrá propiciada por el cambio climático. Una especie puede tener cuatro tipos de respuesta ante un cambio en el clima de su medio:

- Pueden alterar las fechas y las rutas de sus migraciones. Como por ejemplo las cigüeñas (Ciconia ciconia) que en muchos casos ya ni emprenden el camino migratorio o muchas especies migratorias que en vez de atravesar el desierto del Sahara, toman una ruta alternativa siguiendo la costa atlántica africana hasta sus cuarteles invernales cercanos al Sahel.
- Pueden seleccionar zonas de invernada diferentes. Un ejemplo claro son las gaviotas sombrías (Larus fuscus) que cada vez invernan en mayor número en humedales del interior como por ejemplo los embalses madrileños.
- Pueden sufrir cambios en su abundancia local. Las tórtolas turcas (Streptopelia decaocto) han desarrollado una explosión demográfica tremenda en los últimos años y en parte se piensa que es debido a la mayor bonanza climática, además de que es una especie que se adapta mejor en la relación antrópica que la tórtola europea (Streptopelia turtur).
- Pueden modificar sus áreas de distribución. Como parece que va a ser el caso del águila perdicera (Aquila fasciatus).

Adulto de águila azor perdicera, especie que se verá favorecida por el cambio climático.
Hay estudios que indican que las aves, paradójicamente por la gran capacidad de movilidad que les concede el vuelo, tardan más en reaccionar a cambios climáticos que por ejemplo insectos como las mariposas, las cuales desplazan sus poblaciones más rápidamente buscando su óptimo climático. Esto quiere decir que si, debido al cambio climático, las condiciones de temperatura adecuadas para una especie de mariposa se desplazan hacia el norte, las poblaciones de esa mariposa se desplazarán hacia el norte para buscar ese rango óptimo y el tiempo que les lleva alcanzarlo es menor que en el caso de las aves. La razón de este retraso en las aves puede ser debido a su querencia por los lugares donde anidan. En el caso de las rapaces, es un hecho que muchas de ellas construyen sus nidos en la misma zona donde nacieron, por tanto, ese desplazamiento de las poblaciones se hace más lento, pero se acaba produciendo.

Por eso cada vez nos visitan más especies africanas, como por ejemplo el ratonero moro (Buteo rufinus) que incluso ha criado en la península ibérica ya o el águila volatinera (Terathopius ecaudatus) que fue avistada por primera vez en España el 5 de Abril de 2012. Esta última cita se puede rememorar aquí. Y según este modelo parece que el águila perdicera sufrirá un proceso similar.

El modelo predice que el clima en España se hará más cálido y menos húmedo, es decir, aumentarán las temperaturas y disminuirán las precipitaciones, lo cual favorecerá que el águila perdicera se expanda hacia el norte de la península porque habrá muchos más territorios con condiciones idóneas para albergar poblaciones de esta rapaz. De confirmarse, es una buena previsión para una rapaz que cuenta con sus poblaciones más abundantes en este mismo país, ya que España contiene al 80% de la población europea con unas 750 parejas.

Modelo climático que indica los territorios de condiciones adecuadas para el águila perdicera.
Si se concreta esta expansión del águila perdicera por el territorio nacional habría que replantearse las estrategias de conservación de la especie debido a que los nuevos territorios quedarían, en gran parte, fuera de las zonas actualmente protegidas y donde habita este ave. La ventaja es que con el modelo se podrán ir analizando las nuevas zonas que merezcan la pena ser protegidas, es decir, puede ser una útil herramienta para la conservación.

Pero, ¿en realidad es una buena noticia? Pues a priori parece que el águila perdicera va a verse beneficiada por el cambio climático, pero el modelo no augura un buen futuro a otras especies, como por ejemplo el urogallo cantábrico. También habrá que ser tenido en cuenta para su conservación.