lunes, 31 de octubre de 2011

¿Qué es el parahawking?

El parahawking es una actividad que combina el vuelo en parapente con la cetrería. Esta modalidad fue inventada y desarrollada en 2001 por Scott Mason, un británico que practicando parapente en Pokhara (Nepal), lugar que a todos los fans de Heroes del Silencio nos suena, y se percató de que era una zona con gran abundancia de rapaces y muy apta para la práctica del parapente por las buenas corrientes termales ascendentes del aire, lo cual hacía que pudieran observarse las rapaces en vuelo en condiciones inmejorables.

Práctica del parahawking con un alimoche.

De esta manera, el siguiente paso fue entrenar a varias rapaces para que estas volaran junto al parapente e incluso se posaran en los deportistas. Ni que decir tiene que Scott comenzó a explotar la idea llevando a clientes en un tandem en el parapente, dando la oportunidad a la gente de volar junto a las aves rapaces. Entre las rapaces más utilizadas para esta modalidad están los alimoches (Neophron pernopterus) y los halcones de Harris (Parabuteo unicinctus).

Alimoche en vuelo entre parapentes.

Mason y sus colaboradores realizaron un documental llamado "Parahawking" que presentaron a diversos festivales de cine obteniendo varios premios y recientemente han grabado otro titulado "Flight for survival" que es posible encontrar en su página web: http://www.parahawking.com/

Actualmente también es posible practicar el parahawking en Alicante, aunque parece ser que la acogida no ha sido tan exitosa como en Nepal, por lo que si no os dais prisa, quizás tengáis que desplazaros al país oriental para poder volar al lado de las rapaces. Apetece, ¿verdad?


jueves, 20 de octubre de 2011

Una mirada a la situación del alimoche.

El alimoche (Neophron percnopterus) está sufriendo un acusado declive en nuestro país, en parte causado por la alta mortalidad provocada por cebos envenenados. Desde  WWF/Adena y la Fundación Biodiversidad se viene haciendo un trabajo y un seguimiento a diversas poblaciones ibéricas de esta rapaz y parte de sus conclusiones son recogidas en un informe que se ha publicado en el presente año 2011. En el informe se tratran otras amenazas, además de la del veneno, como colisiones con aregeneradores o electrocuciones con tendidos eléctricos y detalla el seguimiento de la población asentada en Hoces del Riaza, una de las poblaciones más conocidas y estudiadas de alimoche en España. Desde el siguiente enlace podéis descargar el informe:


A su vez, WWF/Adena puso en marcha un proyecto de seguimiento de cuatro alimoches marcados mediante emisores de GPS para estudiar los desplazamientos migracionales en detalle. Los movimientos de Duna, Trigo, Vega y Sahel (los cuatro alimoches marcados) pueden seguirse desde la web: El viaje del alimoche. Y desde el blog de la misma página se va informando e interpretando los datos que van llegando desde los emisores.

Recordar que el alimoche es un migrador estival que regresa a sus cuarteles de invierno en África subsahariana a finales de verano, regresando a España a mediados o finales de Marzo. La población ibérica cuenta con aproximadamente 1500 parejas reproductoras.

Alimoche común (Neophron percnopterus)

lunes, 10 de octubre de 2011

El olfato en las aves rapaces.

Hasta hace unas pocas décadas se pensaba que el sentido del olfato no estaba muy desarrollado, en cambio, nuevas investigaciones demuestran que tiene una importancia mayor de lo que se creía, llegando a estar bastante desarrollado en algunas especies. Algunas de esas investigaciones abordan el tema desde una perspectiva genética, estudiando los genes de los receptores olfativos, los cuales se expresan en neuronas sensoriales dentro del epitelio olfatorio, y constituyen la base molecular del sentido del olfato. El número total de genes de los receptores olfativos en un genoma puede reflejar cuántos diferentes olores puede detectar o distinguir un animal. De esta manera, se demostró que el kiwi marrón de Nueva Zelanda (Apteryx mantelli), por ejemplo, tiene cerca de seis veces más genes para sus receptores olfativos que el herrerillo común (Parus caeruleus)  o que el canario (Serinus canaria). Otro ejemplo de aves que gozan de un buen olfato son los petreles y otros Procellariformes que utilizan este sentido para la orientación a corta distancia hacia sus nidos y para buscar alimento.

No existen muchos estudios referidos al olfato en aves rapaces. Las ventanas nasales en este grupo de aves se encuentran en la cera (cuya función se desconoce) situada en la base de la mandíbula inferior. Durante mucho tiempo sólo se contó con observaciones esporádicas en el campo. Así, se aseguraba que el Aura gallipavo (Cathartes aura) que vive en América, utilizaba el olfato para localizar su alimento con el subsecuente desarrollo olfativo. Experimentalmente se demostró que no sólo el Aura gallipavo localizaba carroñas gracias a su olfato sino que también lo hacían otras dos especies, el aura selvática (Cathartes melambrotus) y el aura sabanera (Cathartes burrovianus). Para ello se enterraban pollos muertos bajo hojas secas de los bosques y estos pequeños buitres eran capaces de localizarlos.

Aura gallipavo (Cathartes aura). Fotografía: Maxime Dechelle.
 
 Muy relacionado con el sentido del olfato se encuentra el del gusto. En aves es todavía menos la información que se tiene sobre el gusto que sobre el olfato aunque por estudios anatómicos se ha visto que está presente ya que existen papilas gustativas. Además, la experiencia de los cetreros revela que algunas de sus aves de presa son bastante recelosas con el tipo de carne. Aunque poco más se conoce. 

martes, 4 de octubre de 2011

Aprobado un plan de protección para el águila azor perdicera.

El águila azor perdicera (Hieraaetus fasciatus) está considerada como especie de fauna "vulnerable" por su tendencia poblacional regresiva en todo el territorio nacional, lo que ha producido su desaparición en una gran parte de su área de distribución original. El Consejo de Gobierno ha aprobado un decreto por el que se establece un régimen de protección y un plan de recuperación para el águila azor perdicera en la Comunidad aragonesa. El decreto aprobado declarará las zonas comprendidas dentro de la aplicación de este Plan como "zona ambientalmente sensible" y quedarán excluidos de este ámbito los terrenos que tengan la consideración de urbanos o urbanizables delimitados, según la legislación urbanística. Se definen como áreas críticas aquellos territorios que se consideran vitales para la persistencia y recuperación de la especie, así como zonas de nidificación, alimentación, descanso o "campeo" de las parejas reproductoras. El Plan de recuperación, con una vigencia no superior a los cuatro años, prohibirá la instalación de parques eólicos o aerogeneradores en los ámbitos de aplicación del plan, salvo los miniparques eólicos y los destinados a Investigación y Desarrollo. Igualmente, no podrán instalarse líneas eléctricas en las áreas críticas, con la excepción de las que se construyan con conductores aislados y trenzados. Queda también prohibido el vuelo de aviones y de otros aparatos con o sin motor cuando el vuelo se vaya a realizar a menos de 1.000 metros sobre la vertical de los sectores nidificados. El águila azor perdicera está considerada como especie de fauna "vulnerable" por su tendencia poblacional regresiva en todo el territorio nacional, lo que ha producido su desaparición en una gran parte de su área de distribución original.

Águila azor perdicera.

Fuente: Heraldo d eAragón (27-9-2011).